La historia de la arquitectura parece quedar enmarcada por dicotomías o movimientos reaccionarios. Si realizamos un recorrido histórico en busca de la legitimidad que parecen tener los discursos teóricos encontraremos que existen más puntos en común de lo que parece.
Colin Rowe trata la individualización a través del fondo figura de manera que evidencia la producción de espacios en el modelo de la ciudad antigua y la producción de objetos en el modelo de la ciudad moderna.
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Fondo figura |
Volvamos otra vez a los CIAM. La carta de Atenas determina un higienismo expresado por la zonificación y esto lo podemos entender como la pura expresión de la individualidad y por tanto de lo diverso, algo que promulga Rowe. Es cierto que bajo la pátina de la estandarización del "pueblo" y sus costumbres (habitar, circular, trabajar, recrear) pero en cualquier caso, una individualización que no alude a lo social sino a lo funcional y que a fin de cuentas nos dará la riqueza de lo diverso. Por otra parte la vivienda es una tipología fundamental que garantiza la continuidad de las ciudades, a través de postulados como la superficie en función del soleamiento o la higiene pero al fin y al cabo la vivienda, conclusión a la que también llegara Rossi por medios puramente historicistas (el valor de lo residencial que garantiza la continuidad de los centros históricos).
Podemos intuir que Koolhaas es consciente de la reducción al objeto que supone un planteamiento utópico:
“…Nuestra "sofisticación" esconde grandes síntomas de cobardía centrados en la simple cuestión de la toma de posiciones - tal vez la acción más básica en el hacer ciudad. Somos simultáneamente dogmáticos y evasivos. Nuestra sabiduría amalgamada puede ser fácilmente caricaturizada: según Derrida no podemos ser Totales [Whole], según Baudrillard no podemos ser Reales, según Virilio no podemos estar Allí.
"Exiliado al mundo virtual": la trama para una película de terror. Nuestra relación actual con la "crisis" de la ciudad es profundamente ambigua: todavía culpamos a otros por una situación de la que son responsables tanto nuestro incurable utopismo como nuestro desprecio. A través de nuestra relación hipócrita con el poder -despectiva, pero codiciosa- hemos desmantelado una disciplina completa, desconectándonos a nosotros mismos de lo operacional, y condenando poblaciones enteras a la imposibilidad de codificar civilizaciones en su territorio -el tema del urbanismo.
Ahora nos queda un mundo sin urbanismo, sólo arquitectura, incluso más arquitectura. La pulcritud de la arquitectura es su seducción; ella define, excluye, limita, separa del "resto" -pero también consuma. Explota y agota las potencialidades que finalmente sólo pueden ser generadas por el urbanismo, y que sólo la imaginación específica del urbanismo puede inventar y renovar…”
Aun así, tanto sus orígenes como sus últimas propuestas se encuentran íntimamente ligadas a la utopía como el paradigma engreído del objeto como estandarte al servicio de la ciudad, que sin embargo podría encontrar ciertas similitudes con un planteamiento de ciudad utópica del collage deformada.
“…Si va a existir un "nuevo urbanismo"… Ya no tratará de separar e identificar entidades, si no del descubrimiento de híbridos innombrables; ya no estará más obsesionada con la ciudad si no con la manipulación de la infraestructura para [provocar] intensificaciones y diversificaciones, atajos y redistribuciones sin fin - la reinvención del espacio psicológico…”
El entendimiento de la modernidad como metarrelato, es decir, como discursos legitimadores a nivel ideológico, social, político y científico, una gran narración con pretensiones justificatorias y explicativas de ciertas instituciones o creencias compartidas no hace más que afianzar la continuidad de la que hablamos, entendiendo que lo que estamos haciendo es precisamente otro metarrelato. Somos conscientes y como tal nos valemos de ello para conseguir una teoría unificada.
Todo esto no esta dando unas pistas más que claras para el desarrollo urbanístico tratando puntos como la história, la utopía, y el collage como principios teóricos unificados.
Todo esto no esta dando unas pistas más que claras para el desarrollo urbanístico tratando puntos como la história, la utopía, y el collage como principios teóricos unificados.
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la ciudad como objeto consciente |